
Yo cuando estoy en la cumbre de la felicidad, me pongo a cantar canciones (de esas que se pueden gritar, tipo cartas amarillas de nino bravo), o cosas por el estilo. Otras personas simplemente van más sonrientes que de costumbre, y algunas otras se ponen más afectivas.
De todas formas, lo divertido es que esta sensacion es demasiado pegajosa, y en mi opinión no hay nada mejor que -cagarse de la risa-.
Anchoa
:)
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