sábado, 16 de enero de 2010

Polvo en el viento...


Un poema es como un espejo, refleja lo que eres y es frágil como un maullido de gato que a distancia ya no se oye.
Puede ser hermoso y resistente como un diamante, o frágil, horrible y sin gracia, como tal vez lo es la vida de su escritor.
Su éxito puede ser tan veloz y fuerte como una bala, o suave y lenta, como la voz humana, que más que prestigiarnos nos ha arruinado poco a poco, si hasta con el pasar de los años esta misma se agota.
Por esto prefiero escribir en el papel, un fiel amigo que no me desenmascara y NO me reclama por mi idioma, mi ortografía, mi caligrafía ni mis ideas solo me escucha y me comprende…mejor dicho…se lee y me comprende

Desviado del tema principal, diría cualquiera, pero ¿ que tema principal ?, lo principal es lo superior, pero no hay nada superior a todo, pero si un todo superior a un nada, pero aquel que se siente superior, es en esencia inferior, inferior a ese todo que se transforma en nada ya que todo va decayendo por una “superioridad” del resto que te hace sentir inferior, y así, es una cadena con eslabones infinitos, en donde al final, lo inferior y lo superior se vuelve tan insignificante como PolVo En El ViEnTo…

La poesía ayuda a salir de una realidad inevitable, la cual es un agujero absorbido por otros más grandes hasta que te das cuenta de que lo que era importante ya no lo es, pero no… en verdad te das cuenta, de que aquello que creías importante nunca lo fue, y todo esto solo se puede ver y reflejar en el papel…mi mejor amigo, del cual yo soy su enemigo por la única razón de comprenderme, comprende lo que digo, comprende como yo veo la realidad, comprende lo que soy, comprende lo que YO quiero que comprenda, solo comprende lo malo, osea, lo que yo escribo, y se da cuenta que ella es tan insignificante como yo, y que las palabras que lee se van y se vuelan tan fácilmente…como PolVo En El ViEnTo…


Anónimo

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